No conocíamos este restaurante de Gernika y fuimos por recomendación de un amigo. Menudo acierto! Comimos percebes, ensalada de foie y hongos, txangurro, pulpo y tartar de atún rojo. En todos destacaba la gran calidad del producto y la cuidada presentación. Lo que menos nos gustó fue el txangurro, ya que no es al horno, sino desmigado y aliñado con una especie de mahonesa/salsa rosa y nos gusta más la elaboración al estilo donostiarra. Aun así, nada que decir de la calidad del centollo, a pesar que la mahonesa tapase algo el sabor, era más que apreciable su calidad.
De postre, tarta de queso y tarta de manzana. El hojaldre de esta última estaba un poco seco, pero las dos estaban ricas, nos las sirvieron acompañadas de helado y de tejas y cigarrillos de Tolosa que estaban de 10...